domingo, 8 de enero de 2017

SESIÓN 6

LLECCIÓN: 

Los microrrelatos, ese género en boga.


DOS POEMAS PARA COMENZAR EL AÑO:

"El desayuno" de Luis Alberto de Cuenca.
"Defended la alegría" de Mario Benedetti.


                 "EL DESAYUNO"

Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».


          "DEFENSA DE LA ALEGRÍA"

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defended la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
                  y también de la alegría

jueves, 29 de diciembre de 2016

SESIÓN 5

ANÁLISIS DE TRES SONETOS MUY CONCEPTISTAS DE FRANCISCO DE QUEVEDO



Bastábale al clavel verse vencido
del labio en que se vio (cuando, esforzado
con su propria vergüenza, lo encarnado
a tu rubí se vio más parecido),

sin que, en tu boca hermosa, dividido
fuese de blancas perlas granizado,
pues tu enojo, con él equivocado,
el labio por clavel dejó mordido;

si no cuidado de la sangre fuese,
para que, a presumir de tiria grana,
de tu púrpura líquida aprendiese.

Sangre vertió tu boca soberana,
porque, roja victoria, amaneciese
llanto al clavel y risa a la mañana.



Rizas en ondas ricas del rey Midas,
Lisi, el tacto precioso, cuanto avaro;
arden claveles en su cerco claro,
flagrante sangre, espléndidas heridas.

Minas ardientes, al jardín unidas,
son milagro de amor, portento raro,
cuando Hibla matiza el mármol paro
y en su dureza flores ve encendidas.

Esos que en tu cabeza generosa
son cruenta hermosura y son agravio
a la melena rica y victoriosa,

dan al claustro de perlas, en tu labio,
elocuente rubí, púrpura hermosa,
ya sonoro clavel, ya coral sabio.


Torcido, desigual, blando y sonoro, 
te resbalas secreto entre las flores, 
hurtando la corriente a los calores, 
cano en la espuma, y rubio como el oro.
En cristales dispensas tu tesoro, 
líquido plectro a rústicos amores, 
y templando por cuerdas ruiseñores, 
te ríes de crecer, con lo que lloro.
De vidro en las lisonjas divertido, 
gozoso vas al monte, y despeñado 
espumoso encaneces con gemido.
No de otro modo el corazón cuitado, 
a la prisión, al llanto se ha venido, 
alegre, inadvertido y confiado.





martes, 6 de diciembre de 2016

SESIÓN 4

LECCIÓN

-Especial Bob Dylan por la obtención del Premio Nobel.
-Especial Leonard Cohen por su fallecimiento.
-Introducción a Miguel Delibes
Análisis de Cinco horas con Mario




Tres poemas de Borges

He cometido el peor de los pecados 
que un hombre puede cometer. No he sido 
feliz. Que los glaciares del olvido 
me arrastren y me pierdan, despiadados. 

Mis padres me engendraron para el juego 
arriesgado y hermoso de la vida, 
para la tierra, el agua, el aire, el fuego. 
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida 

no fue su joven voluntad. Mi mente 
se aplicó a las simétricas porfías 
del arte, que entreteje naderías. 

Me legaron valor. No fui valiente. 
No me abandona. Siempre está a mi lado 
La sombra de haber sido un desdichado.



Ya no seré feliz. Tal vez no importa. 
Hay tantas otras cosas en el mundo; 
un instante cualquiera es más profundo 
y diverso que el mar. La vida es corta
y aunque las horas son tan largas, una 
oscura maravilla nos acecha, 
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha 
que nos libra del sol y de la luna
y del amor. La dicha que me diste 
y me quitaste debe ser borrada; 
lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo que me queda el goce de estar triste, 
esa vana costumbre que me inclina 
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.





LÍMITES

Hay una línea de Verlaine que no volveré a recordar. 
Hay una calle próxima que está vedada a mis pasos, 
hay un espejo que me ha visto por última vez, 
hay una puerta que he cerrado hasta el fin del mundo. 
Entre los libros de mi biblioteca (estoy viéndolos) 
hay alguno que ya nunca abriré. 
Este verano cumpliré cincuenta años; 
La muerte me desgasta, incesante.




domingo, 13 de noviembre de 2016

SESIÓN 3

LECCIÓN:

-El poema del día: "Palabras para Julia" de J. A. Goytisolo.
-Repaso a la acentuación española.

PALABRAS PARA JULIA

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.
Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

lunes, 31 de octubre de 2016

SESIÓN 2


LECCIÓN:

-Un poema: "Imagina un caballo" de José Manuel Díez.
-Cultura y literatura: un breve repaso a la historia de la Literatura Española a través de las artes (pintura, música).
-Un clásico: Lazarillo de Tormes.
-Dudas frecuentes de Lengua. 


EL POEMA DEL DÍA

"Imagina un caballo" de José Manuel Díez

Imagina un caballo.
Imagina un caballo desbocado en la noche.
Pero no en los lugares ni contextos comunes, sino sobre el asfalto de las céntricas calles de una ciudad cualquiera,con luces de neón y gente que camina,una ciudad de tantas donde jamás ocurre nada extraño,nada tan asombroso ni tan inexplicable como nuestro caballo imaginario.

Imagina un caballo.
Imagina un caballo desbocado en la noche.
Y la gente se aparta y argumenta y discrepa,y señala al caballo como a un ser de otro mundo.
Pero el caballo solo es un caballo.
Es blanco.
Corre y bufa.
Y no lleva montura ni riendas, solo crines y músculos y ojos.
Y relincha.
Y sus cascos avanzan resonando en lo muerto del cemento de esta ciudad que nunca vio un caballo corriendo por sus calles,tan libre, tan sin hombre, tan desnudo.

Imagina un caballo.
Imagina las formas de un caballo que escapa,nadie sabe de dónde ni hacia dónde.
Quisieran detenerlo en su carrera y alcanzar a montarlo,sucumbir un instante para siempre a su fuga solitaria y heroica.
Pero nadie se atreve.
Hay que ser, para hacerlo, solitario y heroico.

Imagina un caballo desbocado en la noche.
Un caballo que corre como corre el deseo.
Y piensa en la ciudad al día siguiente, consternada y eufórica,recordando la escena del caballo.

Así es un buen poema:
Belleza desbocada donde nadie la espera.

(Poema inédito. Badajoz 2014)

jueves, 13 de octubre de 2016

SESIÓN 1

LECCIÓN:

- Programación del curso.
- Introducción a la lectura obligatoria: Cinco horas con Mario (1966) de Miguel Delibes.
-Dos noticias lingüístico-literarias: "Las juezas" de la R.A.E y el premio Nobel de Literatura a Bob Dylan.
- Los poemas del día: "If" de Rudyard Kipling y "La edad dorada" de Felipe Benítez Reyes.
- Un clásico: El Cantar de Mio Cid (realidad y ficción)
- Dudas frecuentes de Lengua (emails, whatsapp).



EL POEMA DEL DÍA



"If" de Rudyard Kipling

Si...
Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor
la han perdido y te culpan a ti.
Si puedes seguir creyendo en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero también aceptas que tengan dudas.
Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no incurres en el odio.
Y aun así no te las das de bueno ni de sabio.

Si puedes soñar sin que los sueños te dominen;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes encontrarte con el triunfo y la derrota,
y tratar a esos dos impostores de la misma manera.
Si puedes soportar oír la verdad que has dicho,
tergiversada por villanos para engañar a los necios.
O ver cómo se destruye todo aquello por lo que has dado la vida,
y remangarte para reconstruirlo con herramientas desgastadas.

Si puedes apilar todas tus ganancias
y arriesgarlas a una sola jugada;
y perder, y empezar de nuevo desde el principio
y nunca decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón, y tus nervios y tendones,
a cumplir con tus objetivos mucho después de que estén agotados,
y así resistir cuando ya no te queda nada
salvo la Voluntad, que les dice: "¡Resistid!".

Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.
o caminar junto a reyes, sin menospreciar por ello a la gente común.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos pueden contar contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el implacable minuto,
con sesenta segundos de diligente labor
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y —lo que es más—: ¡serás un Hombre, hijo mío!


SEGUNDO POEMA DEL DÍA

“LA EDAD DORADA” DE FELIPE BENÍTEZ REYES

Lo que el tiempo se lleve
que sea tanto
como aquello que el tiempo nos dio,
regalo inmerecido,
dejando la memoria en la inocencia
de la vida cumplida, porque nada
hiere más y más hondo que el recuerdo:
mientras dure una noche en la memoria,
esa noche es la Noche
y esa intensa memoria la Memoria.

Llévese el tiempo todo
lo que quiera llevarse,
porque todo fue suyo desde siempre.

Que desvanezca el tiempo
el oro delincuente del amor
y la imagen hermética de aquello
que llamabas pasado
—y era apenas
ayer: la f
ugitiva
edad de no tener
edad para el pasado.

Edad de Baudelaire y de muchachas
que adquirían nociones de la vida
en las últimas filas de los cines
y en esos viejos cines de posguerra
convertidos
en locales de baile que cerraban
cuando el cielo quería amanecer.
Amaneceres de domingo,
volviendo a casa con
un vaso aún en la mano
y con tabaco extraño en el bolsillo,
a esa hora en que abrían los cafés
y las damas de caridad montaban mesas
con carteles de niños moribundos.

Y era la muerta luz que amanecía
la metáfora helada y la exacta ilusión de estar quemando
las naves de la eterna juventud.

Pero en su coche fúnebre
el tiempo iba admitiendo pasajeros.

Y las naves quemadas son ceniza,
y muy poco de eterna
tuvo la juventud.

Así que arrastre todo, que se lleve
en su vértigo el tiempo la memoria,
dejando
un vacío perfecto en el pasado.

Porque todo recuerdo
se acaba corrompiendo en el presente.
Y este presente ya
de poco va a servirnos.

De poco va a servirnos
el saber que hubo un tiempo en que la vida
valía su peso en oro.

Porque la vida pone
su casa en el pasado.

Y esta casa sombría no parece la nuestra.





"Confesiones" de Luis García Montero

Yo te estaba esperando.
Más allá del invierno, en el cincuenta y ocho,
de la letra sin pulso y el verano
de mi primera carta,
por los pasillos lentos y el examen,
a través de los libros, de las tardes de fútbol,
de la flor que no quiso convertirse en almohada,
más allá del muchacho obligado a la luna,
por debajo de todo lo que amé,
yo te estaba esperando.
Yo te estoy esperando.
Por detrás de las noches y las calles,
de las hojas pisadas
y de las obras públicas
y de los comentarios de la gente,
por encima de todo lo que soy,
de algunos restaurantes a los que ya no vamos,
con más prisa que el tiempo que me huye,
más cerca de la luz y de la tierra,
yo te estoy esperando.
Y seguiré esperando.
Como los amarillos del otoño,
todavía palabra de amor ante el silencio,
cuando la piel se apague,
cuando el amor se abrace con la muerte
y se pongan mas serias nuestras fotografías,
sobre el acantilado del recuerdo,
después que mi memoria se convierta en arena,
por detrás de la última mentira,
yo seguiré esperando.