jueves, 29 de diciembre de 2016

SESIÓN 5

ANÁLISIS DE TRES SONETOS MUY CONCEPTISTAS DE FRANCISCO DE QUEVEDO



Bastábale al clavel verse vencido
del labio en que se vio (cuando, esforzado
con su propria vergüenza, lo encarnado
a tu rubí se vio más parecido),

sin que, en tu boca hermosa, dividido
fuese de blancas perlas granizado,
pues tu enojo, con él equivocado,
el labio por clavel dejó mordido;

si no cuidado de la sangre fuese,
para que, a presumir de tiria grana,
de tu púrpura líquida aprendiese.

Sangre vertió tu boca soberana,
porque, roja victoria, amaneciese
llanto al clavel y risa a la mañana.



Rizas en ondas ricas del rey Midas,
Lisi, el tacto precioso, cuanto avaro;
arden claveles en su cerco claro,
flagrante sangre, espléndidas heridas.

Minas ardientes, al jardín unidas,
son milagro de amor, portento raro,
cuando Hibla matiza el mármol paro
y en su dureza flores ve encendidas.

Esos que en tu cabeza generosa
son cruenta hermosura y son agravio
a la melena rica y victoriosa,

dan al claustro de perlas, en tu labio,
elocuente rubí, púrpura hermosa,
ya sonoro clavel, ya coral sabio.


Torcido, desigual, blando y sonoro, 
te resbalas secreto entre las flores, 
hurtando la corriente a los calores, 
cano en la espuma, y rubio como el oro.
En cristales dispensas tu tesoro, 
líquido plectro a rústicos amores, 
y templando por cuerdas ruiseñores, 
te ríes de crecer, con lo que lloro.
De vidro en las lisonjas divertido, 
gozoso vas al monte, y despeñado 
espumoso encaneces con gemido.
No de otro modo el corazón cuitado, 
a la prisión, al llanto se ha venido, 
alegre, inadvertido y confiado.





martes, 6 de diciembre de 2016

SESIÓN 4

LECCIÓN

-Especial Bob Dylan por la obtención del Premio Nobel.
-Especial Leonard Cohen por su fallecimiento.
-Introducción a Miguel Delibes
Análisis de Cinco horas con Mario




Tres poemas de Borges

He cometido el peor de los pecados 
que un hombre puede cometer. No he sido 
feliz. Que los glaciares del olvido 
me arrastren y me pierdan, despiadados. 

Mis padres me engendraron para el juego 
arriesgado y hermoso de la vida, 
para la tierra, el agua, el aire, el fuego. 
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida 

no fue su joven voluntad. Mi mente 
se aplicó a las simétricas porfías 
del arte, que entreteje naderías. 

Me legaron valor. No fui valiente. 
No me abandona. Siempre está a mi lado 
La sombra de haber sido un desdichado.



Ya no seré feliz. Tal vez no importa. 
Hay tantas otras cosas en el mundo; 
un instante cualquiera es más profundo 
y diverso que el mar. La vida es corta
y aunque las horas son tan largas, una 
oscura maravilla nos acecha, 
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha 
que nos libra del sol y de la luna
y del amor. La dicha que me diste 
y me quitaste debe ser borrada; 
lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo que me queda el goce de estar triste, 
esa vana costumbre que me inclina 
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.





LÍMITES

Hay una línea de Verlaine que no volveré a recordar. 
Hay una calle próxima que está vedada a mis pasos, 
hay un espejo que me ha visto por última vez, 
hay una puerta que he cerrado hasta el fin del mundo. 
Entre los libros de mi biblioteca (estoy viéndolos) 
hay alguno que ya nunca abriré. 
Este verano cumpliré cincuenta años; 
La muerte me desgasta, incesante.